Antes de los 30
Entonces estas en los casi treinta y te
da por querer conocer el hielo, en las rocas, con Jhonny y música, no
tan estruendosa pero si rítmica, alegre, manejable. Las canciones
que antes te aburrían ahora cobran sentido, los poemas que no
entendías se vuelven claros discursos de elocuencia y la querencia
comienza a asentarse en ti. Plant te habla de muchas cosas, con las
cuales asientes, y Woolf te dice muchas mas que ahora aceptas. Te ves
al espejo, notas que parte de quien fuiste esta ahí en el reflejo
pero no lo sientes. Cuestionas el hecho de pertenecer(te), de ser, de
sentir(te). Y quizás todo lo que sale de tu boca es una mezcla de
necesidad y demencia. Pero te sigues mirando hasta que encuentras una
cana, en lo mas profundo de tu cuero cabelludo, una cana. De seguro
se siente austera, sola y abandonada. Una coma en una reunión de
puntos, un tenedor en un cajón lleno de cucharas. Imaginas que
grita, que escupe, que llora; imaginas que se siente fuera de lugar y
recuerda cuando era como las otras. En esta soledad se comprende, se
entiende, ya no lucha por parecerse sino por ser, es transforma en el
rey de la montaña aunque todos lo ignoren. Pero lo que él ignora es
que pronto se sentirán así y poco a poco se transformaran en él.
Entonces serán todos unos mas del montón.
Ahora entiendes que el tiempo te deja
quienes son necesarios y se lleva quienes no encajaran jamas. El
tiempo quita y da, el tiempo arregla y te hace olvidar. El tiempo es
Dios matándose de risa en una calesita. Es ahora cuando sabes que no
puedes dejar ir a nadie de tu vida ya que si están es para darle un
toque que solo no puedes.
Y sigues
y piensas
y reaccionas
y te das cuenta que solo ha sido un
minuto
y que tienes que trabajar
eres recibido por el sol, el viento y
las nubes.
Después de todo, aun no son los
treinta.
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