Destinos 1

No podría decirte que no volveré a buscarte porque, siendo honesto, siempre lo hago. Sé que las veces en que nos vimos fueron bastante interesantes y otras no tan agradables, es verdad. Que si quise regresar la primera vez en que nos vimos, obviamente pero estaba bajo un juramento que, en ese momento, no podía romper. Debí de haber dejado de respirar bien luego de la crisis de colillas, sin embargo, ni eso, ni un pequeño tumor en la garganta impidieron que nos volvamos a ver esa tarde en la calle principal. recuerdo que me dijiste

-Esa marca en el cuello te queda bien.
-Es lo único que pudieron arreglar

Recuerdo que reíste y nos volvimos a sentar como si fuese el ayer del que ambos escapamos. Salías de un juicio y yo tenía clases en unas horas, hasta esta luna me pregunto si aquella vez hubiese sido factible volver a entrelazar nuestros caminos de tal manera que el intermesso no haya sido tan desagradable al tacto; o será que era necesario definir nuestros roles en la sociedad para poder compaginar las carencias del otro. Quise resguardarte de mi posible muerte la cual sigue deambulando como un ángel asesino.

La tercera y ultima vez que te vi, caminabas de la mano de una tipa que apenas pude reconocer. Levantaste la mirada y un aire a pasado nubló tus ojos. Tu acompañante te dijo algo y solo reíste. No regresaste a verme. Después de tantos encuentros, era natural que te dieras por vencido sabiendo que tu género jamás estaría de la mano con tus gustos. Quizás de eso quise salvarte o de la triste realidad de poner flores en la tumba de quien pudo haber sido en tu vida el mas maravilloso destino.

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