Negro, Negra

No quiero seguir aquí.

Lo intenté, lo juro

pero mi paranoia ganó

Y tú no estás lista para

afrontar eso verdad, ¿Negra?


Negra, ¿te acuerdas la vez 

que sentados en ese sofa

de cuerina, me contaste

lo asqueroso que sería un recuentro

con el pasado?


¿Cómo seguir después de tu contradicción?


Lo peor es que comprendo la razón

soy culpable de cada herida,

cada desatención 

cada desamor

dentro de mi cabeza las golondrinas

dejaron de anidar.

Perdóname por eso, negra.


Negro, siempre fue tuya.

desde mi llegada y durante mi estadia

cada grieta anhelaba tu toque

cada espacio esperaba tu ser

cada mirada se encendía por ti


Negra, ¿Le dijiste que nada de lo

que hice o pude llegar a hacer 

serviría para que lo olvidaras?


Bastante injusto no lo crees, ¿Negro?


Pero Negro, no sé por qué te hablo

no sé por que te escribo

Será acaso gratitud que vengas 

a reclamar lo que siempre fue tuyo

o es acaso mi resignación 

que me impide luchar. 


Agradezco el tiempo que me diste, Negra

sé que nunca logré colarme dentro de ti

para compartir la manera en que vemos el mundo

hubiera querido lograrlo para hacerte feliz

lograr que tus ojos se enciendan 

con las ideas que poblan mi cabeza

un maravilloso placer que no veré


Agradezco también tus mentiras, Negra

que me mantuvieron vivo

quizás nunca fui la persona 

pero fui la persona que te dio tu lugar

cuando a ti solo te daban sobras. 

¿No fue así, Negro?










Comentarios

Entradas populares de este blog

Negra, somos 3

¿Es este el sabor del verdadero amor?