C y A (See ya) Parte 1

"¿Cómo llegué a esto?"

El frío metal de la Colt 1927 descansaba sobre su frente. Del otro extremo, Alexis Donoso sostenía la pistola con bastante seguridad pero el sudor que recorría su espalda le impedía ejecutar a Cosme Valdez. Las circunstancias que se dieron para que este par llegue a conocerse y a odiarse me fueron dadas por la viuda de Donoso. Aunque la memoria me falla a ratos, nuestras conversaciones suelen confundirse en mi recuerdo, de repente encontraran un par de situaciones que no vienen al relato, pido comprensión.

Alexis y Cosme  se conocieron bastante tiempo atrás, durante su breve estadía en la facultad de leyes en la universidad católica. Ambos provenían de diferentes lugares, por no decir estratos sociales. Cosme era de Perú de una familia no tan acaudalada ni tan humilde. Alexis venía de la media alta, su padre era abogado y por largo tiempo representó firmas importantes. Cosme no sintió miedo ni recelo alguno cuando llegó a Guayaquil, es mas, sintió una libertad única, una suerte de faquir al cual la soledad lanzaba dagas y él las esquivaba con destreza. Entre caminos y senderos todo marcharía bien en su vida: un nuevo país, una nueva vida. Decidió Leyes porque intentaría encontrar solución a la cantidad gigantesca de problemas aquejaba a la sociedad.

Alexis estaba acostumbrado a la ciudad, era astuto como un lobo pero solitario como un erizo ya que sentía que sus espinas hacían daño a todo aquel que intentara acercarse. Aunque no era tan social como su contra parte, Cosme, Alexis sufría de una ansiedad social que casi lo consumía, le era difícil estar cerca de la gente y, cuando lo lograba, le era necesario correr de la misma para evitar contacto con la gente. No es que odiara a la gente, como posteriormente lo haría, simplemente estorbaban. Siguiendo el ejemplo de su padre decidió estudiar leyes. Él nunca lo vio como una obligación, simplemente le gustaba aquello a lo que su padre se dedicaba.

La mañana en la que se conocieron había amanecido con un radiante sol de mayo, ambos se alistaron para su primer día, sin importar quienes hayan sido, ambos no iban con otra gana que no sea la de triunfar, ambos, al mismo tiempo, nunca pensaron lo que la dama Suerte tenía planeado para ellos. Esa misma mañana, Cosme llegó antes debido a que el nuevo reto de la ciudad y su universidad no lo habían dejado dormir la noche anterior. Se sentó, desde la puerta, en la segunda banca de la segunda columna. No le importaba nada, estaba ansioso de conocer a la gente que la acompañaría todo este tiempo, no se hacía ilusiones ni pensaba en casos hipotéticos, simplemente intentaba seguir el flujo de las cosas. La puerta se abrió y un chico de cabello negro y lentes gruesos entró, hizo un ademan de saludo pero el mismo no llegó a su interlocutor. Aquel chico extraño era Alexis quien la noche anterior había tenido un conflicto interno entre ir temprano y tener que hablar con todos los que lleguen primero o ir tarde para que todos los vean y tener que aguantar sus miradas. Aparte de ese conflicto estaba ese deseo de comenzar esa nueva etapa de su vida y hacerlo bien.


Aquí es cuando los recuerdos de la viuda de Donoso se opacan, no recuerda quien comenzó la conversación, ni quien dijo "buenos días" al otro pero de seguro fue Cosme en un intento de establecer lazos fraternos. Y los lazos fueron fuertes pero todo tiene que terminar en algún momento y esta historia termina con el eco de un disparo en el el auto de Alexis.

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