VIR #1

Recuerdo cuando mi padre me llevó al monte Eternia cerca de Minos. Para ese entonces, los caminos entre las ciudades y los pueblos ya estaban construidos y direccionados. Cada pueblo tenía un pequeño letrerito con su nombre escrito en lengua común. De todos los lugares a los que fui con mi padre, claramente recuerdo el día y la hora cuando fuimos a ver las estatuas doradas dentro del templo de Varfax sobre el monte. Recuerdo que el sol estaba escondiéndose y la gente subía y bajaba las interminables escaleras que enroscaban el cerro, una escalera en espiral que poseía 793 escalones tallados en la roca. Era una buena manera de hacer ejercicio, levantarse y subir y bajar esos escalones 5 veces era suficiente para llevar una vida sana. Mi padre y yo teníamos las costumbre de hacer esta peregrinación cada año. El templo estaba también tallado en la piedra, la entrada era bastante grande y ancha, los ancianos dicen que aquello era para que los Nefilim puedan entrar y no sentirse menospreciados. Habían 4 pilares de cada lado sosteniendo un techo triangular. Dentro todo era sencillo, se extendía un terreno amplio donde habían escombros por doquier. Desde la entrada hasta el centro del templo, donde había otra escalera en espiral, pequeños calderos incandescentes delimitaban el camino que teníamos que tomar. El segundo grupo de escaleras llevaban al segundo piso que estaba al descubierto, era aquí donde las estatuas de los antiguos héroes estaban. Todos los años llegábamos cuando anochecía y era un espectáculo asombroso, los rayos del sol naranja abrazaban cada una de las estatuas dando la impresión de que las cubría con una delgada capa de luz. En total habían 5 estatuas en cada vértice de un hexágono. Mi padre me contó que cuando el era pequeño una de las estatuas fue robada por alguien pero nadie nunca supo ni motivos ni situaciones. Fue por eso que el rey Teodoro envió un escuadrón que resguarden el lugar por años pero nada sucedió.  Los detalles de cada estatua eran perfectos, con cada uno de los pelos de la barba de Raidkonnen o el cabello de Fran, el artesano tuvo que haber sido bastante diestro. Aunque no parecía que estuvieran posando ya que cada uno de los rostros reflejaba algo de angustia y sorpresa. Todas las personas que venían se paraban frente a cada estatua y decían un cántico en lengua antigua para agradecer por las bendiciones del año. Le agradecían a Raidkonnen por la suerte y la fortuna,  le pedian a Fran que bendiga y cuide a los animales de granja o domésticos, a Kathe por la buena salud y el bienestar individual o familiar, muchos bardos venían de diferentes lugares a pedir guía a Mans para lograr ser el mejor y todos se detenían frente a la estatua de Dnseter a pedir sabiduría y entendimiento. Mi padre se reía ya que decía que de todos estos héroes, Dnseter era el menos sabio y el menos empático. A mi memoria llega que entre toda esa gente había una persona que llamaba mucho mi atención, un tipo pálido y alto, cabello corto y castaño oscuro. En las manos tenía algo envuelto en arrapos viejos y mal olientes. Miraba a las estatuas de manera extraña, con algo de ansiedad y alegría. Esa noche ya en el hotel con mi padre, después de haber cenado panceta y cerveza le pedí que me contara las viejas historias de aquellos héroes, siempre tenía una nueva historia que contar, eran interminables y se que todas venían de mi abuelo quien era historiador.

-Mira, Assam, fue hace mucho, casi 300 años cuando esas estatuas aparecieron en el techo del templo. Todos en ese entonces sabían quienes eran ellos, ellos pertenecían a un selecto escuadrón del reino de Altima, eran los famosos Vetatur Igneus Radicalis, o, como comúnmente los llamaban: Vir. En total eran 15. Todos servían al rey Mith I y había mucha prosperidad en ese entonces. Cada vez que había una emergencia en las fronteras, Jacq creaba puertas que recorrían centenares de km de distancia. Jacq no está arriba, muchos libros cuentan que de todos los Vir ella era la que tenía un nivel mas alto de magia, y a ella le seguía Kathe. Ambas por separado eran poderosas pero juntas... ¿Recuerdas el Pailón de Radaman?
-Aja
-Eso antes era una planicie, un terreno amplio y grande, no estaba lleno de vegetación como ahora, ni mucho menos tenía tantos metro de profundidad. Accidentalmente lo hicieron ellas, luchando contra Radaman.
-¿El demonio?
-El mismo
-¿Ellas dos?
-Si, nadie mas. Se dice que sus restos están enterrados en aquel lugar...

De repente el cuento de mi padre fue interrumpido por un terrible temblor que duró mas de un minuto y que llevó a que todas las personas salieran de casa. Fue ahí cuando los vi, desde el tope del monte Eternia, 5 pilares de luz dorada se elevaban al cielo, ese fue el comienzo del final de nuestra era.

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