El Rey de las Batallas Perdidas
Sentado
en su trono, con las piernas cruzadas, con la mirada perdida, mientras el reino
era destruido estaba el Rey que historiadores olvidaron en sus libros. Era el
último del gran linaje, de Reyes nobles que no aceptaban chantajes. Dotado de
una increíble sabiduría, sabía que su hermoso reino jamás regresaría. Dejo los
libros en el aparador y se deshizo de su característico rubor.
Caminó
por el salón sabiendo que de los escombros no se repondría su corazón. Alcanzó a través por el ventanal una gran explosión lo cual no causo conmoción. Era el
único sobreviviente, solo y sin sirvientes. Su ser añoraba los días de gloria,
ver con tranquilidad como giraba la noria. Otra explosión tumbo una pared, y
supo que el enemigo lo pondría a su merced.
Una
nube de polvo se levantó de la cual su reina se asomó y le sonrió. Mirando lo
que quedaba de su amor se apresuró a decirle: "deja que tu alma descanse
en paz, deja que el delirio se vaya y no regrese mas". Su sonrisa lo
contagió, su depresión se esfumó, comenzó a danzar y a saltar dejándose llevar
por el amor. Pero la realidad lo derrotó y con paso determinado se acercó y
acarició el rostro de su reina diciendo:"te amaré hasta que muera, todo el
tiempo hasta el final del universo".
Siendo
tan reverente el Rey la besó suavemente. Una ultima explosión retumbó en el
palacio y el rey comenzó a caminar aun más despacio. Los soldados enemigos
entraron al gran salón y el Rey miro por última vez a su gran amor. Ella le
cerró los ojos y besó su frente, dejando que el olvido llenara su mente. Caminó de regreso al lugar por donde llegó y con ademan de su mano se desvaneció. Los
soldados enemigos atestaron el lugar y marcaron al objetivo al cual iban a
matar.
Una
espada atravesó a nuestro Rey, dejando que la naturaleza actuara por ley. La
vida comenzó a írsele de a poco, sintiendo como el olvido lo llenaba del
todo. Olvidó las derrotas y las traiciones, olvidó el sol y determinadas
canciones, olvidó el aroma de las flores en la mañana que normalmente le
recordaban a su reina cuando estaba en la cama, olvidó el motivo por el cual
estaba en el piso y al llegar La Muerte al lugar todo se deshizo.
Miró con desdén al Rey que alguna vez fue, tendido en el suelo su alma ve. La Parca
Cruel dijo entre dientes: “todo terminó, ¿Qué es lo que no entiendes?” el Rey
se apresuró a decir “todavía hay algo por que luchar, aun creo que lo puedo
cambiar”. Taciturno y herido caminó hasta su trono, dejándose llevar por el
triste abandono. La Muerte derrotada se perdió entre las sombras, seguro que
volvería después de algunas obras. El rey cerró sus ojos para dormitar pero al
abrirlos todo estaba en su lugar, todo listo y ubicado, todo para volver a
comenzar.
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